visitas desde el 23/07/2008

sábado, 15 de diciembre de 2007

Mis diálogos con Pedro y Javier. (II)

A cambio de tu historia te voy a dar otra historia pequeña y entrañable que aconteció en este pueblo, en el escenario de tablas y cajas que se hizo en un pub en el que actué hace algunos años. Yo, que más que cantautor, me considero “cantató” porque he cantado desde paquito el chocolatero (que no tiene ni letra) hasta música profana del siglo XII, pasando por gorgoritos tiroleses y gregoriano máquina total, hoy, mirando por la ventana, recuerdo mis hazañas de juventud.El tiempo ha pasado y yo he pasado de principe azul a casi viejo verde, pasando por ponerme moraooooo. Un buen día o, mejor, una mala noche, tomando una copa en un pub sucedió que una hermosa sílfide no dejaba de mirarme y yo, curtido en lances nocturnos, me dispuse a citar a la novilla muy cerca de las tendillas (como canataba pabellón),pero he aquí que la posible receptora de mi faena taurina con luz encendida me dice....¿Va usted a utilizar la banqueta?....HOSTIASSSSSSSSS desde ese día ya no soy mismo, chaval, ¡me llamó insidiosamente de usted!...y en ese momento comprendí la insidiosa realidad que me sobrevenía.Ya no había nada que hacer, aquel episodio de la banqueta supuso un antes y un después en mi relación con la vida, desde entonces mis canciones favoritas ya no son ”nena quiero besarte”· o “el agua en tus cabellos”, ahora suelo oír "¿dónde está la vida?”o “sentado en el muelle de la bahía”....bueno...sigo.... En aquel pub en el que actuaba esa noche estábamos ecualizando y una vez terminada la labor estábamos probando sonido general interpretando “cuerpo de ola”. En eso que llegó un tipo de unos cuarenta y tantos con un mono azul de repartidor y unas cajas de licores. Una vez que soltó la carga exclamó...¡coño Hilario camacho! y se quedó a oír la canción entera.Una vez terminada me dijo: Ostras chaval...me has dado una alegria...por tu madre...cántame otra de Hilario antes de irme. Viéndolo disfrutar mirándome y oyendo aquella canción no tuve más remedio que cantarle otra que teníamos preparada."¿Dónde está?era la canción, esa inédita que introdujo en el disco en directo. El caso es que al chaval casi le cuesta una multa porque había dejado el camión en doble fila cortando la calle. Lo que iba a ser un minuto para subir unas cajas se convirtió en un paréntesis de un cuarto de hora que este señor se otorgó para disfrutar de un par de canciones de hilario.Yo oía los coches pitar desde la calle pero no quise romper aquella magia...

No hay comentarios: