visitas desde el 23/07/2008

miércoles, 15 de octubre de 2008

¿Y si me ven?


Hace un par de semanas que han instalado cámaras, estratégicamente colocadas, por todas las dependencias de mi centro laboral. Muchas de ellas las tenemos localizadas, pero otras están hábilmente camufladas, según creemos, dada la relevancia del lugar en el que se las supone. La dirección de la empresa no se ha pronunciado al respecto, no tiene por qué dar explicaciones y ni siquiera nos ha comunicado que estén ahí, pero las vemos, vaya que si las vemos o, mejor, ellas nos ven a nosotros. Dada su forma de teta bocabajo, al principio, creíamos que eran detectores de humo conectados con alarmas para adaptar el edificio a la nueva normativa de seguridad, pero pronto empezaron todo tipo de especulaciones al filtrarse información sobre la próxima reducción de plantilla que la dirección tiene planeada. Pronto, comenzamos a volvernos bastante neuróticos todos; no sólo por la espada de Damocles que pende sobre nosotros, sino por como ha afectado a los muchos hábitos arraigados que nos hacían más interesantes y distendidas las monótonas horas de labor.
Se acabaron los cigarritos a escondidas en la puerta del patio trasero y, como es de suponer, esto ha calentado la atmósfera con insufribles síndromes de abstinencia que se traducen en gestos agrios y nerviosismo contenido. A Manolo, el de presupuestos, ahora es difícil sorprenderlo, como llevamos años haciéndolo, tocándose los huevos por los pasillos. Mi compañero de confianza me comentaba el otro día que, por si acaso recogían sonido o moléculas olorosas, ha limitado sus ventosidades a los espacios más íntimos, y que esto le está costando serios trastornos intestinales por no expulsar los gases. Hasta que pase la tormenta de la regulación de empleo, todos acudimos al servicio lo estrictamente necesario. Por el tiempo transcurrido dentro de los servicios, la dirección puede incluso saber si realizamos aguas menores, mayores o acciones sospechosamente fuera de tiempo y como nadie sabe con exactitud a qué criterios se atendrán para llevarla a cabo, las visitas a los servicios se han reducido bastante en pos de la productividad. ¿Y si les da por despedir a los cagones?
Yo no fumo ni tengo vida secreta e intensa en los servicios, pero las cámaras han arruinado la única alegría que desde hace años puedo permitirme. Mi romance de pasillos con Marta. Durante estos últimos meses, nuestros achuchones en la sala de la fotocopiadora, los apretones en el culo al cruzarnos por las galerías vacías, la hora concertada para encontrarnos en archivos y sus felaciones de los viernes cuando todos se han ido, han sido el único aliciente en mi monótona vida. Ahora, la bella y cobarde Marta, ha puesto distancia entre nosotros, evita encontrarse conmigo y, cuando lo hace, desvía su mirada con frialdad. Le he propuesto quedar en algún hotel, pero su marido trabaja para la DGT y controla, desde los monitores, la trayectoria de su automóvil desde que sale de casa hasta que entra.
Están en todos sitios, en la calle, en el trabajo, en la carretera, en los supermercados y en los centros comerciales…¡en todas partes!, cual Dios omnipresente y mi animadversión irreprimible por este gran hermano ha explotado. Sí, me he puesto, como loco, a hacerle cortes de mangas a la camarita de Carrefour cuando la he descubierto colocadita en una columna. Nadie ha venido a decirme nada, pero he tenido que irme porque los seguratas se han puesto a observarme desde el final de la calle de los electrodomésticos, mientras hablaban por el walkie talkie ese que llevan.
Una vez en casa enciendo el ordenador, a sabiendas de que el más mínimo tecleo es espiado, vía internet, vete tú a saber por quién y para qué, pero sabido es el intenso espionaje que se produce en la red. ¿Y si la camarita web esta que lleva incorporada el portátil funciona sin que yo lo sepa y me están viendo por ahí? Cagonlaleche que paranoias me están entrando…

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que puñetero te estas volviendo con las paranoias, lo peor de todo son las ventosidades del amigo y la perdida de roze con Marta (que espero que no sea la del marcapasos)

-Ale pa que veas que te firmo la primeraaa

Un besote y sigue deleitandonos con tus elucubraciones divertidas

Anónimo dijo...

Je, je. Pues sí. ¿Sabías que hay virus que accionan las cámaras web de los odenadores y permiten a hackers grabar al dueño? Se han dado casos de malhechores que han chantajeado a más de uno con esta técnica, amenazándole, por ejemplo, con hacer públicas las imágenes que de él tenían practicando el onanismo

Anónimo dijo...

No jodas alfredo. Sé que no es imposible tecnicamente, pero nunca me ha inquietado en realidad esa posibilidad. Por si acaso le voy a poner un trozo de cinta aislante al cristalito. Un saludo.

Anónimo dijo...

jajaja muy bueno, si señor, las onnipotentes camaritas que nos graban, nos violan nuestra intimidad y encima hay que hacer como que no pasa nada
pobrecita Marta sin poder tener esa pasión incontenible oculta de pasillo, esos arrumacos fugaces tan necesarios.
Dile a Manuel que lo suyo de sus expulsiones no le van a suponer ningún problema, al menos las cámaras no tienen la virtud de poder sentir los olores
me ha gustado el relato mucho

sonata dijo...

Pero que grandeeres.. la sensacion de paranoia la transmites estupendamente.. jajaj y lo de la Marta... damos rienda suelta a la imaginacion..
"No estamos solos...."
M.J.

Unknown dijo...

XD como siempre, eres tremendo, ya me gustaria verte haciendole cortes de manga a las camaras del carrefour! xD
Y Marta no puede ir andando hasta algun sitio y tu la vas a buskar?
Besito juanma.

Anónimo dijo...

Lo peor de todo, es que ni preguntan!!! No nos tienen en cuenta, nos creemos lo que nos dicen sobre nuestra importante labor en la sociedad, que somos únicos...y en realidad somos pequeñas marionetas a las que controlar...sin intimidad...ya uno ni siquiera puede practicar el sexo con uno mismo por miedo a que nos vean. Ahora... que ya habíamos superado eso de que Dios nos veía a todas horas...Jesús!!!

Anónimo dijo...

Te vas a engordar, tiooooooo.

besos xe.