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martes, 2 de septiembre de 2008

¡Coño...una multa!


-¡Coño una multa!, ¿y esto por qué?, ¿qué he hecho yo para merecer esto? Además, ¿Cuándo me la han puesto?
Lo primero que se me vino a la cabeza es que me hubieran pillado cuando miccioné detrás de un contenedor hace unos días. Es que ni me había enterado hasta que recibí por correo el papelito ese plegable que no aclara muy bien la causa. Una vez en el banco un señor lo pasó por una maquinita y, automáticamente, la cantidad de la sanción pasó de mi cuenta a no sé exactamente dónde. Joder qué eficacia, visto así es que ni te enteras, es que no parece ni una multa.
Verás…una cámara te hace una foto y un código de barras se encarga de todo lo demás. No me digas que no es otra cosa que un mecanismo perfecto de recaudación. ¿Qué efecto paliativo o psicológico puede tener algo tan aséptico y tan tecnificado? Más bien parece que te han cargado el recibo de la luz.
Ni eso es una multa ni nada. Las multas tienen que tener todos sus componentes para que surtan efecto, digo yo. ¿Cómo va a ser lo mismo sin el sustillo que te dan los picoletos cuanto te paran? ¿Cómo va a ser igual de educativa una sanción si no te explican, in situ, la falta cometida?..Has pisado la raya. -¿Ah sí? Pues no me he dado cuenta-. Tú miras la raya y dices…disculpe agente… ¿Qué raya? Vas en dirección contraria…Uy…no me había dado cuenta, es que la señal la tapan unas ramas y tal. ¿Ahora con quién establezco yo este diálogo tan necesario para que no se me atrofie el hígado? Hostias, es que te niegan hasta el derecho al pataleo, pero lo que peor llevo es no saber en la puñetera madre de quién me voy a cagar, ¿en la de la camarita de los cojones o en la del código de barras? A uno sólo le queda volverse coprolálico como un argentino en un partido del Boca y eso sí que no.
Pero qué eficacia, por Dios. Si utilizaran esta tecnología para encontrarnos trabajo, para detectar corruptos o para resolver las reclamaciones otro gallo nos cantara…pero no, no había camarita cuando el gerente de un camping me sometió a trato vejatorio y por tanto la administración desestimó mi queja; por más que me humillara con insultos este gorila borracho que estaba en la recepción con ganas de divertirse. Desde luego es que dan ganas de emigrar a Marte y de paso hacerle una visita a cetapé en la Luna.




12 comentarios:

Anónimo dijo...

Infinitamente divertido y muy bien escrito, como siempre. No entendí lo de "coprolálico".

Anónimo dijo...

Juanma, por ser la primera vez que hago un comentario en ese tipo de foros, seré un personaje anónimo.
Con referencia al escrito de la multa, me parece que eres muy efectivo. dicho y hecho y por supuesto ingenioso y descriotivo. Una observación, como lo hace "oderfla", no profieras tanto obscenidades en tus escritos. Un saludo

Anónimo dijo...

La coprolalia es un trastorno mental que obliga a quien lo padece a proferir todo tipo de insultos y palabras malsonantes. El artículo juega un poco con eso, y de ahí los tacos. No obstante,te diré que no suelo usarlos gratuitamente, suelen tener una función coloquial o de refuerzo. ¿Te molesta algo tan común en la vida diaria?

Anónimo dijo...

¿Eh? Yo no dije nada sobre las obscenidades. De hecho ni las noté, lo que para mí significa que cumplieron el efecto que comenta Juanma. ¿O me citó el anónimo meramente como ejemplo de "observador" -por hacer observaciones-? O quizás no entendió que no entendiera y creyó que observaba en vez de preguntar. Yo si no entiendo, pregunto. Nunca me supo mal no entender (ni preguntar). Como ahora mismo, que no entendí nada. Quizás se refiere a que yo también soy mal hablado. ¿Lo soy? ¡Recórcholis verdes!

Anónimo dijo...

jaja imagínate una multa con foto por miccionar en la calle!!

Anónimo dijo...

Modestamente pienso, que si nos sorprenden, con nuestra matricula en tal percance, deberíamos reclamar descuento, por ese nuestro derecho a publicar tales dimensiones de matricula.

Anónimo dijo...

Genial xD Anda que tu tambien meando ahi en la calle como un adolescente!! xD un besitoo

Anónimo dijo...

Genial xD Anda que tu tambien meando ahi en la calle como un adolescente!! xD un besitoo

Anónimo dijo...

Si tu supieras que a mis 43 soy el mismo caravela de siempre...un mal ejemplo, te lo digo yo. Huye de tipos que se me parezcan lo más mínimo. Besos

sonata dijo...

Como siempre que te leo, me divierto y me veo a mi misma.. con las sensaciones que describes.
Eres un genio y siempre aciertas.
Espero lo proximo, siempre es agradable pasearse por tus escritos.
M.J.

Anónimo dijo...

Siempre nos aparece los tacos cuando a uno le fastidian por algún motivo sin saber por que ni a que es debido.
He leido el relato y tampoco es para tanto, que aparece un taquillo más o menos, pero bueno tampoco nos vamos a rasgarnos las vestiduras por eso.
Me parece un relato muy ameno y divertido, bien escrito y con su puntillo de ironia.

Anónimo dijo...

sevillana...
Has dado en el clavo, ojala tubieran tanta efectividad en otras cosas, al igual que para cobrar una puñetera multa.., me ha gustado y cada vez te vas superando en tus escritos, sigue asi....