Por mi profesión y por alguna que otra cosa más, a lo largo de mi vida, he tenido que toparme con todo tipo de tipos listos; aunque la mayoría de las veces haya sido sólo por escrito. Desde Rubio y sus cuadernillos hasta Vigotsky y Shopenhauer, pasando por Hume, Sabina, Kant y Freud, uno ha tenido la clara sensación de haber estado perdiendo el tiempo estúpidamente.
No obstante, entre todos ellos, había uno que en su momento me dejó bastante pillado; con una sensación semejante a la de encontrarte a Raffaella Carrá en un geriátrico. Me refiero a Piaget. Este tío sí que postuló algo realmente interesante; no sé si fue churro o genialidad, pero por primera vez un psicólogo, un pedagogo, un antropólogo o cualquier cosa que termine con el sufijo “ogo” dijo algo digno de no quedarse relegado a los libros de texto.
Este genial suizo argumentó que la inteligencia es una actitud ante la vida, ni más ni menos; sin tests cuantitativos ni posturones en público. Desde aquel momento, me sobrecogió la claridad meridiana y la contundencia de sus planteamientos; tanto que hasta hoy, a lo largo de toda mi vida, ha sido uno de los principios que ha regido mi pensamiento, palabra y obra, llevándome a la conclusión de que, a juzgar por como me luce el pelo, yo pertenezco a alguna categoría de tonto.
Hay Tontos ortodoxos, tontos peligrosos, tontos de género tonto, tontos desubicados en el tiempo, tontos de solemnidad, tontos que no se enteran, tontos que se creen listos y un largo etcétera de tontos. Yo, no obstante, siento afinidad por el tonto que dice lo que piensa sin pensar lo que dice; el que más hostias se lleva, el que vive solo y arruinado por no tragar con cuernos, el que muerde la mano que lo alimenta porque es la mano de un hijo de puta, el que en navidad cena solo porque no soporta a Caín. No lo puedo evitar.
No obstante, entre todos ellos, había uno que en su momento me dejó bastante pillado; con una sensación semejante a la de encontrarte a Raffaella Carrá en un geriátrico. Me refiero a Piaget. Este tío sí que postuló algo realmente interesante; no sé si fue churro o genialidad, pero por primera vez un psicólogo, un pedagogo, un antropólogo o cualquier cosa que termine con el sufijo “ogo” dijo algo digno de no quedarse relegado a los libros de texto.
Este genial suizo argumentó que la inteligencia es una actitud ante la vida, ni más ni menos; sin tests cuantitativos ni posturones en público. Desde aquel momento, me sobrecogió la claridad meridiana y la contundencia de sus planteamientos; tanto que hasta hoy, a lo largo de toda mi vida, ha sido uno de los principios que ha regido mi pensamiento, palabra y obra, llevándome a la conclusión de que, a juzgar por como me luce el pelo, yo pertenezco a alguna categoría de tonto.
Hay Tontos ortodoxos, tontos peligrosos, tontos de género tonto, tontos desubicados en el tiempo, tontos de solemnidad, tontos que no se enteran, tontos que se creen listos y un largo etcétera de tontos. Yo, no obstante, siento afinidad por el tonto que dice lo que piensa sin pensar lo que dice; el que más hostias se lleva, el que vive solo y arruinado por no tragar con cuernos, el que muerde la mano que lo alimenta porque es la mano de un hijo de puta, el que en navidad cena solo porque no soporta a Caín. No lo puedo evitar.
10 comentarios:
Es verdad k hay mucho listillo suelto y muchos k se consideran muy listos y los observas y no les ves nada especial, nada k transmitir, nada en lo k destaquen salvo en dárselas de listos claro.
Estoy de acuerdo k la vida es nuestra gran maestra y la inteligencia nuestra dependerá de cómo asimilemos sus enseñanzas y en cómo aplikemos cada día lo k hemos aprendido el día anterior....no creo k seamos tontos sino aprendices de la vida....también es verdad k cuando aprendamos lo k es la vida... la habremos malgastado y nos daremos cuenta del tiempo k hemos perdido sin disfrutarla...yo tengo dos frases y no sé de kien son pero me han marcado bastante, bueno tres:
-la muerte están tan segura de su victoria k nos da toda una vida de ventaja.
-no tengas miedo a la muerte, ten miedo de los días no vividos.
-sólo xk alguien no te kiera como tú esperas no significa k no te kiera con toda el alma.
La vida hay k tomarla con inteligencia y afrontar los retos de cada día pero Juanma pienso yo k la soledad no es la mejor manera...no es muy buena compañera, ni el resentimiento...es mejor perdonar y si no se es capaz de perdonar intentar olvidar...
Un saludo.
¿Piaget es que es la hostia eh? Ya veo, purita, que tienes tus propias frases. Saludos
Una actitud ante la vida, desde luego, pero partiendo de unos mínimos para que no te las den todas en el mismo sitio. Yo creo que donde realmente se demuestra la inteligencia es manteniendo una actitud tolerante, ante lo que nos molesta de los demás que sin llegar a ser peligroso nos pone de los nervios. Yo tampoco tengo un gran nivel en eso, porque no veas como me molesta la gente que escribe con "k" y no tengo nada contra ellos pero... En fin, hay que ser tolerante o inteligente, y admitir que cada uno es libre de escribir como quiera
Sospecho que los vascos tienen que estar encantados con el lenguaje sms. Supongo que las personas que lo han incorporado al uso frecuente de su escritura, habiendo cursado estudios en épocas anteriores al móvil, lo harán por rapidez práctica, por rebeldía, provocación, o tal vez porque piensan que supone una evolución lógica. No falta a quien le parece una grave falta de respeto su uso y sé que hay gente a quiénes han dejado automáticamente fuera de unas oposiciones por usar sin darse cuenta esta arraigada costumbre en ellos. No sé, pero a mí personalmente me ralla bastante esa k y considero que es un empobrecimiento sin justificación del lenguaje. ¿Tal vez es conservadurismo por nuestra parte, Lola? Tampoco lo sé, pero como no me gusta nada y además no soy vasco, jamás la usaré. Eso sí, doy fe, a juzgar por los comentarios que suele dejar, que esta chica Puri es buena gente y me encanta verla participar en el blog aportando opiniones, y tú, precisamente, una de las personas con la actitud más tolerante que he conocido en mi vida. Y a ti sí te conozco en persona, que no es hablar por hablar. Besos.
No sólo hay que ser tolerantes con los demás tambíén hay que saber que les molesta a los demás de nosotros y si es algo que podemos cambiar y no afecta especialmente a nuestra personalidad pues se cambia y ya está.
Muestra de ello es que no volveré a escribir con k en este blog...no es algo especialmente significativo para mí y si con eso evito que alguien se sienta mal de alguna manera pues mira tú doble alegría para mí.
Un saludo.
En la vida hay de todo, tontos, listos y los que pasan desapercibidos para los demás; y ésta última clasificación es la más peligrosa a veces, ¿por qué preguntareís?, pues la explicación es muy sencilla, saberse ignorado por los demás conlleva a hacerse uno su propio mundo, donde la soledad va ganando terreno, te aisla, se alimenta de resentimiento contenido, un sinfin de cosas que se va adheriendo a uno y al final no sabes ni como ha podido pasar y no encuentras la forma de salir.
Los tontos que dicen lo que piensan sin pensar lo que dicen, al fin y al cabo son los que a veces, viven mejor.
La actitud tolerante es la mejor defensa, siempre hay que pensar que cada uno tenemos defectos que los demás toleran con actitud mejor o peor llevada, pero tolerancia positiva siempre
La inteligencia va asociada a la actitud que tenemos ante la vida, actuamos dependiendo como nos surjan los problemas y sepamos resolverlos.
Un beso
He de reconocer que esta vez has estado muy,pero que muy, inspirada señorita Lola. Me has sorprendido. Fíjate que casi haces un artículo con el tema de los que pasan desapercibidos. Importante reflexion. Un beso.
Hola Juanma Medina...
Muy instructivo tu post, yo ya había llegado a esa conclusión sobre mi persona hace tantísimo que parece que ha sido toda mi vida, bienvenido al club.
Hubo un tiemo, en que este pensamiento de que todo el mundo me tomara por tonta del bote, categoría que no has incluído pero que se explica muy bien al final de tu parrafada, que decidí volverme como los listos, una auténtica hija de puta, solo para probar, ya que mi mejor amiga, una auténtica profesional en la materia, conseguía todo lo que quería. No me sirvió de nada. Y es que cuando tienes a todo el mundo acostumbrado a que dices que sí a todo, en cuanto dices que no una sóla vez, ya entras en esa categoría, pero la gente no te elogia, te pisa hasta hacerte crugir los huesos.
Viendo lo que sufría dentro de ese traje de personalidad impuesta, mi mejor amiga, la gran hija de puta, entre comillas y con todo mi cariño porque me demostró tantísimas veces que sólo era así en beneficio propio y sin perjudicar a nadie, después de darme la brasa sobre mi mal comportamiento, me dijo muy seria cuando por fin dejé de gritarla "amiga, tu mejor cualidad y la que envidio por encima de todo, es la sencillez con la que vives, sin que nadie te afecte, aunque abusen de tí, no permítas que la destruyan, porque es lo que te hace brillar por encima de los demás. No permítas que te digan que estás equivocada si sientes que haces lo correcto, y por supuesto, no cambies, porque entonces, todos esos cabrones habrán vencido".
Lo que yo consideraba que era una gran debilidad de carácter, de pronto me pareció que era mi gran fortaleza. Me siguen dando tortas en los dos carrillos, pero nunca me derribarán. Y desde luego no ha nacido hombre o mujer que me haga arrodillarme ante él/ella.
Con esta filosofía no vivo, sobrevivo y a duras penas la verdad. A veces me encuentro pensando en mi gran amiga, esa hija de puta que tiene todo lo que yo anhelo, pero no lo hago con rabia o con envidia malsana, lo hago con una sonrisa desde la distancia deseándole lo mejor, porque una vez, en que yo andaba perdida, me devolvió a mí misma. Mejor o peor, pero soy yo y no lo que a la gente le gustaría que fuese.
Sabes brigantia…lo malo de esta filosofía es ese peligroso regusto dulce que lleva implícito, como un lunático y poderoso veneno, tan adictivo como egoísta. De todos modos, eso siempre me ha parecido mejor que la inteligente y adaptada actitud de algunas personas. Te hablo de gente que es capaz de cambiar de opinión y remodelarse camaleónicamente en cuestión de minutos, en función de los personajes y la situación imperante en ese momento. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo es posible semejante adaptación al medio? ..Así sin escrúpulos, a pelo. Estos casos los he visto sobre todo en políticos, hijos de políticos o aspirantes a manipuladores de distinto pelaje.
Te doy toda la razón Juanma, si que deja un regusto agridulce y también añado algo de soberbia al pensar como lo hago, sin importarme lo que los demás piensen. Sin embargo, he llegado a la conclusión de que a la única persona que le podía molestar en algo mi actitud debería ser a mí pues me aleja del resto. Y ya me da igual, no quiero cambiar.
No sé en qué ambientes te mueves pero por lo que cuentas yo habría llegado a hundirme en una gran depresión. No soporto ese comportamiento de moldearte para agradar, para conseguir algo de los demás, como tampoco soporto que haya gente que necesite satélites a los que paga con lo que tenga que les interese.
Yo también lo he sufrido en mis propias carnes, a otros niveles y es que me revelo. Personas que conmigo se comportan de una forma, digamos más acorde con su naturaleza y luego los ves adulando a otros o tratándome como lo hacen ellos por el mero hecho de medrar en esa amistad surgida del interés.
Solo cabe decir que en lo personal, ya no tengo que sufrir dolor de estómago por esas actitudes, sólo en el trabajo, y no hay mal que por bien no venga, por lo menos sólo son unas horas al día, antes tenía que hacer de tripas corazón durante todo el día cinco días a la semana.
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