visitas desde el 23/07/2008

sábado, 10 de enero de 2009

El misterio de la pelusa

Hoy no me voy a cabrear, voy a adoptar una actitud más científica con el tema este de las pelusas. Por algún lado debe estar la explicación del fenómeno físico de su formación; seguramente una fórmula de química orgánica o algo así.
He probado a cerrar puertas y ventanas, de manera que las habitaciones queden selladas, pero siguen apareciendo, como si fueran entes ectoplasmáticos cuya génesis escapa a la razón. Digo esto porque, hace años, unos científicos hicieron lo mismo con la casa de las caras de Bélmez y cuando la abrieron de nuevo habían aparecido más y más caras. Esto de las pelusas debe ser algo similar.
Esa misteriosa sustancia gris. Sé que la acumulación de polvo tiene mucho que ver con el asunto, pero no lo explica del todo, ni mucho menos. ¿Cómo pueden convertirse las partículas de polvo en una repugnante sustancia esponjosa y suave como algodón?, ¿cómo se aglutinan?, ¿por qué se forman en torno a una estructura de cabellos largos?, ¿de dónde han salido unos pelos tan largos? Es que hasta debajo de la lavadora hay pelos rubios, pelirrojos y morenos. Ni yo tengo tanta vida social ni creo que mis jerséis vayan despidiendo pelotillas en semejante e ingente cantidad.
Cuando mi ex vivía aquí había un lugar de esta casa que escapaba a sus sesiones compulsivas de limpieza. ¿Adivinas?...pues eso, detrás de la tele y del ordenador; donde hay cables (a ella le causaba pavor la visión de tanto cable enredado). Bueno pues ese siempre ha sido el lugar tradicional en el que solía yo toparme con la pelusa de manera más habitual. Ahora corre por toda la casa, libre como el viento, empujada por la corriente de aire que se genera al abrir una puerta; porque eso sí que lo he descubierto…tienen especial predilección por reproducirse detrás de las puertas que permanecen abiertas durante cierto periodo. Valga ese dato para la ciencia.
Harto de eliminarlas y de seguir quedando en evidencia, cada vez que una visita fija su vista en un rincón o mueve un sillón para sentarse, he decidido tolerarlas sin encono, por lo menos hasta que la industria de la limpieza domestica comercialice una solución envasada porque, que yo sepa, aparte mopas, aspiradoras y otros artilugios de agotador uso, no hay ningún producto antipelusa en el mercado, de esos de rociar y punto, ¿o sí?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, no hay más remedio que aguantar la producción masiva de pelusa enredada en cabellos largos caidos sin saber ni como ni cuando.. o no?
a la pelusa le gustan los rincones, y sobre todo detrás de las puertas y entre los millones de cables que existen por los suelos, por que se siente libre de enredarse, liarse entre si misma para poder aflorar cuando menos lo esperas...
no hay solución antipelusas, sólo coger la escoba y darle una buena barrida y al cubo de la basura,
y a las visitas no creo que le importen mucho si hay o no pelusa debajo de la silla, sillón o donde se coloque, simplemente se acomodan lo mejor que pueden..

Anónimo dijo...

joooooooooooooo mí anterior comentario ni aparece...
no hay derecho!!!!!!! tan malo era, jejejeje
pues anda que!!!, seguro que la pelusa lo ha atrapado en sus redes, remolinos de pelos largos morenos y se lo esta comiendo alegremente.
habrá que buscar un antipelusa

Anónimo dijo...

Sí que aparece mujer, previa moderación. Un beso

Anónimo dijo...

y que tal el misterio de las pelusas q aparecen en los bolsillos de la ropa despues de lavarla?...quien las hecha ahi? de seguro debe ser una especie de hada...

Anónimo dijo...

¿Y el de los calceties que se traga la lavadora dejandote una colección de ejemplares desparejados? Un saludo, anónimo.

Anónimo dijo...

Las caras de Belmez.. Dios mío. Este asunto me procuró no menos de demasiadas noches de terror infantil. Creo que hoy me costará dormir.

Anónimo dijo...

Oderfla, te sorprendería oìr una historia que me ocurríó, con la dueña de esa casa, en una de las dos ocasiones en las que fui a verlas.

Anónimo dijo...

Joder Juanma,hace años que no me lo pasaba tan bien leyendo algo,me parece que voy a empezar tu blog desde el principio. Gracias por hablarme de él y poder así disfrutarlo,si todo es por el estilo creo que me quedan por pasar buenos ratos leyéndote.

Enhorabuena por tener un estilo escribiendo que ya me gustaría a mí, realmente veo hasta tu expresión de cara cuando cuentas algo,y es que transmites más que el mero significado de las palabras, yo capto incluso tu estado anímico y el tono de tu voz.
En fín,me tendrás por aquí cada vez que pueda.
Un saludo
Ah! he visto la peli que me dijiste, esa del profesor y su experimento social, y realmente te da que pensar, aunque resulta difícil creer que en solo tres o cuatro días se produzcan esos cambios tan grandes en las personas, hubiera sido más real si el tiempo transcurrido fuera mayor.( Las Juventudes Hitlerianas tuvieron más de 3 años para crecer)

Anónimo dijo...

Hombre Antonio, que sorpresa verte por aquí. Gracias por tus palabras. Me alegra que te haya gustado lo que has leído. Esto es como todo; hay cosas que te gustarán más y otras que te gustarán menos. No siempre está uno igual de inspirado. Ya te recomendé algunos artículos, creo recordar; de todos modos, como indicativo puede valerte el que tengan más o menos comentarios. Espero que te animes a menudo a escribir los tuyos propios en el blog; me encantará saber tus opiniones y charlar contigo aunque sea por aquí, ya que nos vemos tan poquito por la calle.
En cuanto a tu observación sobre la película, estoy totalmente de acuerdo contigo, es más, fue una de las primeras cosas que pensé al verla. No obstante, como profesor que eres, estoy seguro de que te ha hecho reflexionar, inevitablemente, sobre algunas cosas. Un saludo afectuoso y bienvenido a este tu espacio.

Anónimo dijo...

Volviendo al tema de las pelusas, es realmente impresionante la cantidad,no sólo de pelusas, sino de todo tipo de "cositas" que se acumulan debajo de muebles difíciles de mover, y que cuando te decides a hacerlo, aparecen como si un ser Liliputiense las hubiera estado atesorando, máxime si tienes niños jugueteando por la casa.

Anónimo dijo...

Jajajaja. A saber a qué "cositas" te refieres. Los Liliputienses es que son tremendos eh...Un saludo Antonio. ¿Sabes que no escribes mal?