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domingo, 3 de octubre de 2010

No me arrepiento.


Cuando la vi por primera vez enseguida supe que una venus desubicada iba a regalarme unas horas de su tiempo. Ahí estaba; tiempo atrás habría soñado con algo así, siempre he soñado con ella, era ella. Mi vida habría sido distinta si en su momento esos ojos y esas curvas se hubieran fijado en mí y me hubieran correspondido.
La historia era la misma de siempre, llevaba la marca inequívoca de haber andado entre guaperas desalmados a los que, sin duda, siempre había sido propensa. Habían entrado y salido de su cama durante años, desde que el primero de ellos la desvirgó y pasó al siguiente himen sin tener en cuenta que había sido el inicio del gran canto a la desilusión que iría forjándose a lo largo de los años en ella.
Le dije “vente conmigo, preciosa” y aún no sé si contestó que sí o que no, pero la llevé a casa, después de ver como mandaba un mensaje a alguien en el que se excusaba para quedarse conmigo. Aquella noche, sus besos fueron tan profundos como la penetración que nos mantuvo inmersos en un compás desesperado, y no diré que me regalara nada porque fui yo quien le regaló un torrente de ternura, o más bien lo descargué sobre ella; aún no lo sé.
Llevaba el cartel de peligro por alta tensión impreso en las caderas y en los labios, lo supe porque se dirigía a mí en todo momento con el término “los tíos sois...”, y también cuando, neurótica y desvelada, me despertó de madrugada para cuestionar mis palabras de arriba a abajo aunque realmente yo no le importara nada.
Por más que lo deseaba, ni siquiera me atreví a pedir que me hiciera un hueco en su vida aunque fuera un espacio compartido. Hermosa hasta el punto de hacerme abandonar mis principios para colarme por una rendija hasta ella, lo más hermoso que me dijo fue un simple y descorazonador: "no me arrepiento de haber pasado la noche contigo", pero al menos me lo dijo en francés que siempre suena mejor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

je t'aime mon amour.

Antonio S.A dijo...

Verdaderamente bonito esto que has escrito, desde luego las cosas, por mucho sexo que haya de por medio, si se hacen con ternura, pasión y amor, siempre son mejores y dejan más huella en las personas.

juanma dijo...

Yo creo que es una historia bonita. Saludos