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jueves, 21 de octubre de 2010

Las follamigas


Un nuevo término viene a enriquecer este nuestro, ya de por sí, rico e ingenioso idioma. En esta ocasión además se trata de una palabra con vocación de definir y sintetizar un complejo y difícil modo de relaciones personales: pues eso...los y las follamigas. Hasta ahora, sólo lo he oído y leído en femenino, aunque el artículo cambie. Sin duda fascinante. Yo, que tengo un ávido interés por comprender los entresijos de todo tipo de interacción humana, sin duda me he visto atraído por el tema.
En principio puede parecer que no se trata de nada nuevo, ya que el término está compuesto de un verbo y un sustantivo totalmente normales que, como mucho, pueden dar lugar a un oxímoron. En definitiva no se trata de otra cosa que follarse a amigas y amigos.
Vale, sí, de acuerdo, pero a poco que uno observe se da cuenta de que se ha convertido en un tipo de relación humana totalmente extendido, y que se entiende como una opción válida en sí misma, asimilándose los trastornos asociados a esta práctica, de la misma forma que un matrimonio acepta los propios de la vida conyugal.
En efecto, se ha convertido en una forma de vida asociada a cualquiera de los cinco estados civiles: solter@, casad@, viud@. separad@, divorciad@, e incluso a personas con pareja estable, si bien tiene menos incidencia en las parejas jóvenes prematrimoniales. El matrimonio conlleva en muchas ocasiones la insatisfacción, el deseo reprimido y la rutina como parte del menú y el “follamigismo” la sensación de vacío y de añoranza ficticia de una pareja significativa que centre y conforte nuestra vida, amén de todo tipo de situaciones ridículas. ¿Que te has enamorado después de tres citas y la follamiga te corta el suministro para irse con otro?...te jodes y llorisqueas. ¿Que la cama de tu follamiga te parece más un taxi que un nidito de ternura y pasión? ...pues eso. Sólo es cuestión de cambiar el chip, y si no te encaja mira el flexo o las lámparas de tu casa con esas enormes y horripilantes bombillas de bajo consumo que regala el gobierno y verás que nada es perfecto.

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