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domingo, 21 de marzo de 2010

El código Ximena

Ultimamente estoy trabajando en un manuscrito del siglo XVII de un historiador llamado Martín Ximena Jurado.
Desde el principio me llamó la atención una peculiaridad a lo largo de muchas de sus páginas, y no es otra que el hecho de que a la hora de dar fechas lo hace tomando como referencia, simultáneamente, los calendarios Juliano y Gregoriano. Es decir: en el momento de datar un suceso, como el caso de la pérdida del castillo de Gibraltar, por ejemplo, lo hace dando dos fechas. En este caso el año 1333 y el año 1371 de la era de César. Y esto se repite a lo largo de muchos sucesos.
Es inevitable hacer el cálculo mental y darse cuenta de que la diferencia entre una fecha y otra es justo de 38 años. Basta con saber que el calendario Juliano se implantó en el año 46 antes de Cristo y que el Gregoriano actual entró en vigor en 1588 para descubrir que ocurre algo raro. Si distan 46 años desde la implantación del Juliano hasta el nacimiento de Cristo ¿Por qué la diferencia es de 38? ¿Qué ha ocurrido con los ocho años restantes?
Alguien tan docto en historia antigua como Martín Ximena, que manejaba a diario los dos calendarios en su trabajo, no podía ignorar algo así, de manera que las preguntas que surgen son: en vista de que el libro fue empezado a escribir sólo 33 años después de la implantación del calendario Gregoriano ¿usaba el historiador el calendario anterior por inercia? ¿Se dio cuenta del error evidente que se deduce en cuanto al año del nacimiento de Cristo? ¿Cómo sacerdote que era o como persona que vivía en pleno auge de la inquisición no pudo o no quiso decir nada al respecto? ¿Daba las fechas con los dos calendarios por un simple motivo de rigurosidad o pretendía llamarnos la atención sobre el error? ¿lo aceptó de forma natural al igual que la sociedad de la época sin rechistar?
Desde hace tiempo muchos estudiosos aseguran abiertamente que Jesucristo realmente nació entre seis y ocho años antes de lo estipulado, como bien demuestra este autor. ¿Lo sabía Martín Ximena y quiso expresarlo soterradamente a modo de código Xímena?

4 comentarios:

Antonio S.A dijo...

Yo, a veces, dudo hasta de la existencia de Jesús.Te rogaría, que si sabes algún escrito no religioso de esa época que aluda a Jesús, me hicieras llegar su nombre para leerlo, todo lo que leo es de personas muy posteriores a esas fechas, y ya se sabe, la imaginación da mucho de sí.Lo del error en el año del nacimiento de Jesucristo (admitiendo su realidad)puede que sea tan simple como que los apóstoles, al hablar de él hasta muchos años después de su muerte, no recordarán bien, o no sabrían con exactitud la fecha de su nacimiento, o sencillamente eligieron un año de partida aproximado, en cualquier caso, el momento en que la historia se contaba con nuestro calendario fué muy posterior a la muerte de Jesús.

juanma dijo...

Verás, Antonio, a mi entender Jesús es una figura histórica cuya existencia es incuestionable. ¿De dónde salieron si no los primeros cristianos que persiguió roma desde el primer momento? Sobre ellos sí que hay evidencias de todo tipo, desde escritos latinos coetáneos hasta catacumbas. ¿Crees que ellos inventaron la figura de Cristo? ¿crees que iniciaron todo un movimiento social que ha llegado a nuestros días a partir de una persona que no existió? No tiene sentido...otra cosa es lo del carácter divino de Jesús y tal. A ese respecto no me pronuncio.
Por cierto, existen unos documentos, en un monasterio tibetano, escritos en papiros, que son de aquella época y que hablan de la existencia de Jesús. Se habló de ello no hace mucho, mientras pasaban los monjes toda aquella información a soporte digital.

juanma dijo...

En cuanto al error en las fechas está sobradamente identificado y reconocido. Se debe a un simple error de cálculo que Dionisio el exiguo (sacerdote del siglo VI) cometió al acometer la elaboración de un calendario por encargo del papa Juan I.

Antonio S.A dijo...

Muchas gracias por las aclaraciones. visto así, si que tiene bastante coherencia.