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lunes, 1 de agosto de 2011

Las fotos de este verano


Las fotos de este verano no son las fotos en las que uno posa delante de una fachada románica o un paisaje frondoso (esas son agua pasada); más bien son fotos en las que aparezco por casualidad, y siempre de espaldas, mirando una de estas cosas mencionadas y sólo porque mi compañera disparó en ese momento. El caso es que encierran el anverso de un yo irreconocible, o al menos desconocido para mí, hasta este momento. Un clareo craneal, que roza la calvicie, corona mi imagen en las instantáneas, y yo me siento desconcertado mirándolas; como si yo mismo, de espaldas, fuera un ente diferente e inconcebible. Pero de frente no es menos, porque desde hace unos días, ante el espejo, mi imagen refleja un tío canoso al que le han salido dos arrugas en el cuello, a modo de collarín, que se mira tras unas gafas recientemente prescritas por el oculista. “A esto llegamos, antes o después, todos”, me dijo, insidiosamente el oftalmólogo, cuando me mandó unas gafas para vista cansada. Ahora uso gafas; algo que, hasta hace apenas unos meses, me parecía lejano e impropio de mí. Y me miro en el espejo, con el rostro emblanquecido por la barba rala, enrarecido por un aspecto algo más que maduro a causa de esa estructura plateada que alberga dos cristales ante mis ojos.
Nunca me he gustado a mí mismo, pero ahora no se trata de gustarme o no; se trata más bien de aceptar que el tiempo ha dejado un huella indeleble en mi aspecto. El mismo al que jamás he prestado demasiada atención, más allá de la higiene y la peluquería, y que ahora me parece una imagen extraña y ajena.

2 comentarios:

Antonio S. dijo...

No te agobies, que el que más y el que menos, tiene algo de canas,arrugas,calvicie,vista cansada y cualquier otra cosa que tengas.

Yo sé que tú tienes una percepción de ti más anclada en los años 80-90 y que de alguna manera subconsciente te autoengañas con el envejecimiento, creo que le pasa a todo el mundo, aunque al final la realidad se impone, así que aprovéchala todo lo que puedas que nos queda poco para estar pasados.


¡vaya ánimos que te estoy dando!. Bueno, ahora una de arena, la verdad es que cada época de la vida tiene sus cosas buenas y malas y hay que saber sacar siempre lo mejor de cada una, y por supuesto, tener siempre presente el principio fundamental que es "ACEPTAR Y ADAPTARSE A CADA EDAD".

Arriba ese ánimo que no estás solo en el barco.

juanma medina dijo...

La única alternativa a que pase el tiempo ya sabes cual es, así que mejor seguir la de arena.